En una linea maltrecha se asomó un disco luminoso. Los sonidos silenciosos intentaban perturbar la calma que proyectaba mi mirada. Solo me concentraba en ver la linea que me guiaba hacia un final desesperante e incierto. Cuando más me acercaba, solo trataba de no perderte, sin embargo me distraje con tus uñas rozando mis tobillos. Esta linea de cebra casposa no me limita a ser honesto con mis pensamientos que se abren paso entre tus pliegues, los crujidos de tu reflejo, las cascadas secas de tus faldas.
Parque la Pera, Lima. Evelyn, José M.
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