Muy buenos días queridos amigos. Yo recuerdo las semanas santas cuando era niño, como días estrictamente de recogimiento, eran muy diferentes a los de ahora, para empezar, los adultos hacían ayuno, en la televisión solo pasaban películas en blanco y negro sobre pasajes de la biblia y de la vida de Jesús. Sobre todo el Viernes Santo, en el hoy desaparecido cine Bellavista, pasaban la Pasión de Cristo, donde se recuerda la terrible muerte que tuvo nuestro Señor en la cruz, la cual mirábamos con respeto y mucha tristeza con lagrimas en los ojos. La mayoría de las familias se reunían en casa de los abuelos, se contaban historias, se compartían almuerzos, prohibido comer carne, los adultos con cara sepulcral y mirada solemne, nadie reía, no se jugaba y Ay!! mamita, te estampaban una mano como carita feliz en la boca, si por casualidad se te escapaba una lisura, pues, era una blasfemia si lo hacías. Nadie trabajaba, eran días de reflexión y de oración, las iglesias atiborradas de feligreses y los golpes de pecho retumbaban como tambores indios por toda la ciudad.
Pues hoy en día..Comenzó la Semana Trancaaaa Yeee!! Los muchachos están pensando en hacerla en cantinas, playas y discotecas. Jóvenes de todas las edades y cantidades navegables de licor, carbón y bastante carne para la parrilla, salen en caravana por la Panamericana Sur con una sonrisa de oreja a oreja rumbo al reventón y al disfrute.
Realmente es triste que mucha gente desperdicie la oportunidad de pasarla con los hijos, con los padres y prefiera irse a juerguear, como si en estas fechas se recordara la muerte de Don Perico de los Palotes.
Buen fin de semana.
Por Martín Ormeño (papá)
